Algunas películas -mejores o peores-, por un sifín de posibles motivos, acaban formando parte, o poniendo banda sonora, a algún que otro capítulo de nuestra propia historia. Reviosionando ésta hoy, me he permitido el lujo de volver a los veinte y emocionarme igual, otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario